2. Del aula tradicional a la revolución digital: un viaje con bata blanca.

Imagen tomada de internet

Durante mucho tiempo, la formación en ciencias de la salud se sostuvo casi exclusivamente en la presencialidad. Las aulas, los casos clínicos en vivo, el contacto directo con los pacientes y el aprendizaje situado han sido pilares fundamentales. Sin embargo, en los últimos años, hemos sido testigos —y en parte también protagonistas— de una transición profunda: la incorporación creciente de entornos virtuales que están reconfigurando la manera en que accedemos al conocimiento y acompañamos los procesos formativos.

Desde mi experiencia como obstetra asistencial, he podido observar esta transformación con una mirada crítica, pero también con apertura. Aunque no ejerzo como docente formal, acompaño de manera cercana a los internos y practicantes en salud que van pasando por nuestros servicios, y esta vivencia me ha permitido reflexionar sobre cómo las herramientas digitales amplifican —o a veces desafían— el proceso de enseñanza-aprendizaje en contextos clínicos. 

Esta revolución no ha borrado lo anterior, pero sí ha abierto nuevas rutas: plataformas, recursos audiovisuales, simuladores virtuales y espacios de reflexión asincrónica, los que están redibujando el mapa del aprendizaje en salud.